En la heladeria

Apesar de que no consumia mucho la comida humana, habia logrado un gusto especial por las malteadas de chocolate que vendian en las heladerias, llegue al lugar y pedi una grande, pague y tome asiento en una mesa un tanto apartada de los demas, donde el solo no llegaba, y mi piel relucia en la ligera penumbra.
-Esto hace que mi estancia aqui no sea tan peor...

El dia siguiente de mi llegada voy a la ciudad a dar una vueltecilla. Un agradable solecito bañaba las calles. En serio! que bien que mi familia desde toda la vida es daywalker! Vi una heladería encantadora y decidí entrar. Hoy estaba de buen humor. En la sala casi no habia clientes. En el fondo, en la sombra pude ver a una chica. Ya la había visto antes en la escuela, pero no nos habiamos conocido. Pedí un helado de dos bolas, (amarena y ron) y me acerqué a su mesa.
- Esta ocupada? -le pregunté mientras ya me estaba sentando en la silla de al lado suyo

Mire a la chica que acaba de llegar, una chica rubia ojiazul, la examine un momento y luego vi como tomo asiento, era como yo, vampiro... gire mi mirada a mi malteada, y le di un sorbo.
-No, no lo estaba, aunque creo que ya lo esta.
dije sin mirarla, solo miraba mi malteada, la cual estaba deliciosa.

Ya que la chica no parecía muy entusiasmada en entablar una conversación, tomé la iniciatuva.
-Tambien estudias en la academia midnight, verdad? -y, bajando algo la voz, continué mientras lamia mi helado. Me hubiera gustado que le hubiaran puesto algo mas de ron.
- Mi nombre es Octavaluna Gler Lan, ya que tu y yo parece que tenemos "algo" en comun, puedo preguntarte porque decidiste acudir a esta academia?

La mire un momento y le asenti con la cabeza a su primer pregunta, mientras segui dando un sorbo a mi maltedad, ella continuo hablando y pregunto algo que para mi no era de su incumbencia, la mire de reojo y deje de beber.
-Estoy en la academia porque no nada mejor que hacer fuera de esta.
diciendo esto segui tomando de mi bebida y para no parecer del todo maleducada, la mire y añadi.
-Y tu?

me di cuenta de que de esta chica tampoco conseguiría agua en claro. suspiré para mis adentros. ¿acaso no hay vampiros simpáticos y divertidos en esta academia?
-bueno, digamos que hay algo que tengo que encontrar. pero antes me gustaría hacer muchos amigos... lo malo es que la gente es muy sosa, no te ofendas, eh! pero es que todavía no me has dicho tu nombre.

Segui bebiendo, hasta que se me termino mi malteada, ignore sus comentarios, y luego la volvi a mirar.
-Soy Kimura, Jane Kimura, y perdona que no agrade mi actitud, pero no puedo mostrar otra ante las personas que mas odio...
decia un tanto molesta, tanto que aprete el vaso de cristal hasta romperlo, lo que provoco una ligera cortada en mi mano.
-Estupido vaso.- dije observando como mi herida iba cerrando de poco mientras que una pequeña gota de sangre recorria mi brazo. -Este maldito olor.-dije mientras me mordia mi labio inferior.

-ay! cuidado! pero mujer que el vaso no te ha hecho nada...
le tiendo un pañuelo y respiro hondo.
-todo claro, eres una de estas que odia a todo lo que se le cruce por delante. Pero por favor, respondeme una pregunta mas; ¿porque los vampiros y los humanos odiamos a otros que nos son semejantes? solo dime que es para ti odiar y el motivo global, no el tuyo propio, sino el general.

Tome el pañuelo que me ofrecio y limpie de apoco mi mano observando como mi sangre iba siendo absorvida por este, el olor segui ahi, pero mi herida ya se habia cerrado, mire a la chica con algo de desprecio pero luego suavice mi rostro, habia explotado con ella, y ella no era culpable de lo que me sucedia.
-Bien, si quizas a odie a todos, pero bueno, no puedo hablar de forma global a lo que preguntas, ya que mis motivos son meramente personales, y supongo para todos hay motivos de odiar, aunque ha decir verdad muchas veces puedes odiar a alguien por mera envidia, en mi caso envidio la vida de los humanos, y a los vampiros les odio, por condermarme a esta maldita existencia, se que quizas no sea bueno globalizar mi odio, pero... asi lo hago y creo que asi estoy bien...-di un suspiro hondo y luego escondi mi rostro sobre la mesa con mis brazos.

la miré durante un momento y luego giré mi cara contra la ventana y me puse a hablar, mas conmigo que con ella.
-sabes, estuve a punto de hacer lo mismo, comenzar a odiar a todos. Cuendo mi vida cambió por completo, cuando todo se derrumbó... creí que todo era culpa de los humanos, pero pasó algo que me hizo comprender... no hay manera de globalizar algo, porque habría de crear muchos globos diferentes. Cada persona, ser magico, animal... es un mundo distinto. al igual que las células de nuestro cuerpo son todas diferentes y independientes, pero forman un organismo vivo. cada ser vivo es diferente, con diferente mentalidad, manera de ver la vida, sentimientos, etc... ¿no crees?

Di un suspiro hondo cuando ella hubo terminado de hablar, pero en ningun momento destape mi rostro, solo me limite a escuchar, sabia que sus palabras tenian razon, pero habia algo en mi que me hacian seguir sintiendo lo contrario.
-Razon, tienes mucha, pero yo aun no encuentro la manera de ver las cosas como tu, en mi existir solo han pasado cosas que me hacen ccrecer mas y mas lo que siento... quizas algun dia vea las cosas de manera diferente, pero ha decir verdad.... no quiero que llegue, no quiero comenzar a simpatizar con mounstros como lo somos nosotros....-le dicia sin perder la calma.

Di un enorme suspiro y luego levante el rostro para observarla unos momentos, sabia que ella tenia razon, lo sabia muy bien, durante mis años de convertida, me lo han repetido millones de veces, yo sabia todo eso, pero me negaba a verlo.
-Si bueno, es una lastima que no todos podemos ver esto como tu, quizas deberia hacerte caso, pero quizas el rencor es mas grande que todo el deseo de cmabir y ver las cosas de manera distinta, que ahora para mi la soledad es mas reconfornante que la compañia, que prefiero seguir como sigo, en mi burbuja...quizas tu no me entiendes, por que tu has sabido salir adelante y eres fuerte... pero no todos los somos, ya ahora que lo pienso, no se porque te estoy diciendo todo esto si ni siquiera es de tu incumbencia...
volvi a suspirar y deje de mirarla para ocultar mi rostros de ella, mientras una lagrima silenciosa recorria mi rostro.